Hacia 1890 eran ocho las familias afincadas en Córdoba: cuatro provenían de Rusia, una de Austria, dos de España y una de Italia. Se calcula que para los inicios del siglo había un total de 35 personas (adultos y niños). Entre ellas se encontraban la partera Fanny Bachl Borchard, nacida en Baviera quién pudo revalidó su título en la Universidad Nacional, y también Esther M. Elferoy, educadora de niños. Joseph Reich escribió la historia de estas familias en una carta de adhesión al V Congreso Sionista de Basilea, que además fue firmado por Dante Ancona, Esther Elferoy, Moshé Edelstein, Margarita Zatzkin, Joseph Peüxz, S. Zadoff, Najmioel Fishtad y su señora, Mel; Josef Achmuklier y R. Kornblit. Entre los pioneros de principio de siglo cabe agregar a Adolfo Ries, Alberto Michelsen, Miguel Kuperman, Gabriel Reich, Samuel Rascovsky, la familia Mangupli y Moisés Rascovsky. En la primera década del siglo XX se agregaron a los ya mencionados, los integrantes de las familias Vaintrub, Gurvich, Imas, Dunayevich, Mesch, Schor, Zémelman, Vatnik, Visotsky, Dujovne, Ruémeser, Grinberg, Tieffenberg, Huberman, Mochkovsky, Rachevsky, Noremberg, Dicovsky, Asquenazi, Pinco, Marcus, Loshacoff, Glikman. En la segunda década vinieron los Meeroff, Krasner, Horsmann, Goldman, Ducach, Libeschutz, Elkin, Barbalat, Gutman, Grabois, Barsky, y otros. Entre los apellidos de las señoras encontramos a Lublinsky, Soifer, Krishtavutzky, Bortman, Heidemann, Braunstein, Gamerman, Rochansky y otros” . Para las familias Kaplan y Toff su destino,antes de radicarse en Córdoba, había sido una colonia entrerriana.