Durante la Primera Guerra Mundial -en 1917- Gran Bretaña derrotó al ejército turco y ocupó el Sinaí y Palestina. La Declaración de Balfour de ese mismo año estableció que se declararía “Un Hogar Nacional Judío”. Luego de la Gran Guerra, se creó la Sociedad de las Naciones que otorgó al Imperio Británico la administración de dichos territorios. Mientras, jóvenes judíos de Argentina se preparaban como milicianos en las instalaciones del Centro Unión Israelita de Córdoba para ir a la guerra en Palestina.En el año 1918 se realizó la asamblea general extraordinaria de la Organización Sionista con el objeto de nombrar una Comisión Directiva y formalizar el organismo. En esa oportunidad, el señor Kravetz fue designado presidente. Hicieron uso de la palabra, en primer lugar Adolfo Mesch, quien explicó la evolución del sionismo y las distintas opiniones que al respecto se tenían. Inmediatamente después, ocupó la tribuna el señor Ducach quien hizo ver la importancia del pueblo hebreo y terminó felicitando a los iniciadores de la campaña sionista, los israelitas de Córdoba. A pedido del público, brillantemente improvisó el señor A. Raijman, evidenciando que el problema nacional israelita no solamente interesaba al mismo pueblo hebreo sino a todas las naciones europeas, especialmente a los aliados que ya más de una vez lo han declarado franca y lealmente. Todos los oradores fueron calurosamente aplaudidos y el señor Raijman fue felicitado por todos, pues dio un ejemplo a la juventud de alto patriotismo incorporándose como voluntario en las filas del ejército británico-israelita que militaban en la reconquista de Palestina .La primera Comisión Directiva quedó formada de la siguiente forma: Presidente, M. Kravetz; Vicepresidente, A. Raijman; Secretario en castellano, A. Mesch; Secretario en idish, Grimberg; Tesorero, J. Ducach; Administrador de fondos nacionales, B. Stekelberg; Revisores de cuentas, S. Abramson y Riezmik; y Vocales, I. Ducach, J. Blank y Alperín. Como el presidente y el vice renunciaron en el mismo acto luego del escrutinio, G. Kitroser y Braslavsky fueron designados en esos cargos por unanimidad.