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Acto de protesta por las medidas británicas contra los inmigrantes del barco “Exodus”

Mientras en Córdoba se procedía a la aprobación de los planos de la Sinagoga y del edificio Social del Centro Unión Israelìta de Córdoba, los judíos europeos eran afectados por las medidas en su contra. La historia de la embarcación "Exodus" es solo una entre tantas.El barco fue adquirido como chatarra por 8.000 dólares por la Haganá, cuya finalidad era usarlo para transportar judíos europeos que buscaban emigrar a Palestina. Lo rebautizaron "Exodus" en 1947. En julio de 1947, el Exodus zarpó de un puerto cercano a Marsella con destino a Palestina con más de 4.500 pasajeros a bordo, entre ellos 600 niños. Barcos ingleses lo siguieron durante semanas, hasta que se aproximó a las costas palestinas, donde fue abordado. El pasaje opuso resistencia y se produjo el triste espectáculo de marinos ingleses forcejeando con sobrevivientes del Holocausto por el control del navío. Tres judíos resultaron muertos y varios, heridos. La Haganá transmitió en vivo por radio el episodio a la prensa internacional. En el calor del momento, una desafiante Golda Meir declaró:"Al Reino Unido le decimos: es una gran ilusión creernos débiles. Que Gran Bretaña, con su poderosa flota y sus muchas armas y aviones, sepa que este pueblo no es débil, y que su fuerza se mantendrá en pie." La Marina Real británica prevaleció en su voluntad de impedir que la multitud de refugiados, desplazados y sobrevivientes judíos lograra poner pie en el aun por nacer Estado judío.Impasibles a las protestas de la opinión pública, marineros británicos remolcaron el barco al puerto de Haifa, donde reubicaron a los pasajeros en tres buques, que fueron enviados de regreso a Europa. La primera parada de los barcos fue en Toulon, Francia, donde se ordenó a los judíos desembarcar, pero rehusaron obedecer la orden. Las autoridades francesas se negaron a retirar por la fuerza a los desdichados y los británicos optaron por esperar hasta que los pasajeros abandonasen el navío por su propia voluntad. Pero estos respondieron más tercamente aún y declararon una huelga de hambre que duró más de tres semanas. La indignación global puso presión sobre Londres, que decidió enviar a todo el pasaje a Hamburgo, en la zona de Alemania ocupada por los británicos. Una vez allí, fueron asignados a campos de internamiento de Lubeck. Un periódico estadounidense publicó el siguiente titular: “De regreso al Reich”.