El deterioro social impactaba en las comunidades del país debido a las múltiples carencias que lesionaron seriamente el tejido social. Las familias se vieron fuertemente afectadas y desarticuladas. En la crisis de las clases medias estaban en primera fila las comunidades judías y la de Córdoba no era la excepción, desnudando la falsedad del mito según el cual los judíos son gente pudiente. Las instituciones judías recibían desesperados pedidos de ayuda. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados, resultaban insuficientes ante la magnitud del problema y los graves riesgos de la situación. Se necesitaba una respuesta desde el conjunto del pueblo judío. Y el Estado de Israel expresó su intención de contribuir a paliar la situación. Así, el tema de la delicada situación de la Argentina fue objeto de sesiones de la Knesset; se crearon comisiones especiales que enviaron misiones y se prepararon nuevos proyectos de aliá y absorción.El judaísmo de los Estados Unidos también ayudó en esos momentos difíciles a salvar a muchas familias de la miseria.