Las familias provenientes de Europa tomaron la decisión de llegar a la Argentina en el vapor Wese bajo la propuesta del Barón de Hirsch y la JCA (Jewish Colonization Association) fundada en 1891, cuyo fin era promover la emigración de los judíos desamparados y perseguidos por el gobierno del zar. Se gestionó con el gobierno nacional un proyecto de colonización por el cual se les otorgaba a los inmigrantes judíos tierras vírgenes, una casa precaria, herramientas elementales, animales de trabajo y varias vacas lecheras en la zona del litoral, especialmente en Entre Ríos y Santa Fe. Con 120 familias oriundas de Podolia, Rusia, este hito marca el inicio de la inmigración judía organizada a la Argentina y la fundación de Moisesville.El historiador Sebastián Klor afirma que “los primeros inmigrantes que llegaron a la ciudad de Córdoba erigieron los cimientos de una estructura informativa que, a su vez, crearon y alentaron posibilidades de inmigración (…). Los contactos personales, la comunicación y las relaciones entre familias, amigos o vecinos de un mismo sitio, ya sea en la sociedad de origen como en la de destino, fueron factores decisivos que impulsaron el proceso”.